Pre pandemia, casi la mitad las empresas medianas argentinas no ofrecían home office
Según una nueva investigación del International Business Report de Grant Thornton, que entrevistó a 79 líderes de negocios argentinos para indagar sobre su percepción del trabajo remoto, previo al aislamiento preventivo obligatorio, casi la mitad (45,6%) de las empresas medianas argentinas no ofrecían home office como beneficio corporativo; un 12,7% lo ofrecía como beneficio a todos sus empleados, un 29% lo ofrecía para ciertas áreas, y otro 12,7% para algunas posiciones jerárquicas.
Frente a estos datos, Mariana Amores, Gerente de RRHH de Grant Thornton Argentina, comenta: “el contexto que estamos atravesando, ha obligado a las organizaciones (no esenciales) a dar una respuesta inmediata, poniendo a prueba su capacidad de adaptación y flexibilidad en todos sus aspectos. No solo desde la parte tecnológica, la cual es fundamental, sino también para implementar nuevas modalidades de comunicación, liderazgo, delegación y supervisión de tareas. Recordemos que un día estábamos en la oficina y al día siguiente la oficina estaba en nuestra casa… y llevamos ya más de 120 días trabajado de manera remota.”
Al momento de la investigación, el 32% de estos líderes afirmó que sus empresas ofrecían más de dos días a la semana de home office. Un 9% ofrecía 2 días, un 13% un día, y otro 9% medio día a la semana. Finalmente, un 38% no ofrece home office como beneficio.
Ignacio Raffaelli, Gerente de Business Process Solutions, reflexiona sobre las diferentes industrias con las que trabaja: “Primero deberíamos separar las que debieron seguir trabajando en época de aislamiento obligatorio (las esenciales) y el resto. Dentro de las primeras la mayoría se adaptó a los nuevos protocolos e intentó tener la menor cantidad de personas en sus oficinas, utilizando el Home Office como modalidad clave para poder seguir trabajando. El resto, convencidos o no de que esto fuera a funcionar, tuvieron que ponerlo en práctica para poder seguir trabajando y tratar de seguir en pie una vez que esta situación sea superada. En todos los casos la mayoría de los resultados fueron positivos. Sin embargo, algunas empresas de las consideradas esenciales continuaron con el esquema de trabajo idéntico al que tenían previo a la pandemia, obligando a los empleados a concurrir a sus oficinas cuando podrían trabajar desde sus hogares sin perjudicar sus funciones. En estos casos, además de no tomar muy en serio la salud de sus empleados y de la comunidad en general, se identifica claramente una visión anticuada (rozando lo obtusa) del Management de estas empresas, los cuales manejan sus negocios con un estilo presencial y con control horario, que desde mi óptica va en contramano de a donde están evolucionando las industrias en general, las cuales están priorizando la flexibilidad en el trabajo (donde el Home Office es protagonista) buscando un beneficio equilibrado para las organizaciones y sus empleados.”
Se les preguntó a los líderes si consideraban que los empleados trabajan al mismo nivel tanto en casa como en la oficina, y la gran mayoría estuvo de acuerdo o muy de acuerdo (71%). Un 15% se expresó neutro, y un 14% estuvo en desacuerdo o muy en desacuerdo.
En cuanto al trabajo remoto durante la cuarentena, el 65% estuvo satisfecho y un 17% muy satisfecho. Sólo un 8% estuvo insatisfecho o muy insatisfecho y un 10% se expresó neutro.
“Si bien este home office no es el tradicional, porque el contexto no lo es, ha puesto en jaque prejuicios acerca de la efectividad y productividad del trabajo remoto no solo para los directivos sino también para los propios empleados” opina Amores. “Ambas partes van visualizando, a partir de la experiencia propia, los beneficios y las debilidades del Home Office.”
Un impactante 94%, casi el total de los encuestados cree que a partir del aislamiento más empresas comenzarán a ofrecer home office como beneficio corporativo.
“En general la mayoría de los clientes de mi cartera implementaron la modalidad de Home Office, y casi todos coincidimos en que esto es algo que llegó para quedarse,” indica Ignacio. “Lo que antes se veía como un beneficio para el personal, ahora creo que va a configurarse como una condición básica en la modalidad de trabajo, y las empresas que no se adapten, pueden llegar a tener dificultades al momento de retener colaboradores clave.”
Respecto del caso particular en Grant Thornton Argentina, Amores comparte que en una encuesta realizada a sus colaboradores, el 71% dice que si pudiera elegir el esquema de trabajo más productivo, elegiría un esquema mixto que combine 2/3 días de trabajo en la oficina y 2/3 días en su casa. “Entre los beneficios más destacados surgen el ahorro en tiempo de viaje, el ahorro en gastos de comidas y viáticos, y la posibilidad de lograr un mejor balance entre su vida personal y el trabajo, con la salvedad de este contexto en el cual la supervisión de tareas escolares de los hijos y la extensión de horarios podría considerarse como algo también excepcional,” agrega. “Esto da cuenta de que el home office no solamente funciona, sino que trae aparejados importantes beneficios percibidos por los empleados y que ayudan a lograr un mejor equilibrio en su vida. Pero las respuestas nos muestran que la gente también quiere ir algunos días a la oficina y desde esta perspectiva, ‘la socialización’ y la vinculación con los compañeros de trabajo de la propia área y del resto, cobran relevancia.”
“Nuestra experiencia con la virtualización fue muy buena,” nos cuenta Arnaldo Hasenclever, Managing Partner de Grant Thornton Argentina. “Aprendimos a trabajar con una oficina totalmente remota con más de 400 personas sin interrupciones, gracias a nuestro equipo de Sistemas y a la voluntad de nuestros colaboradores. Nos dimos cuenta del poder que tiene la tecnología y de lo bien equipados que estábamos para enfrentarnos a esta nueva normalidad, además de que nuestra gente es resiliente y no bajó los brazos en ningún momento.”
El Managing Partner concluye pensando en el futuro: “después de la cuarentena el mundo va a cambiar completamente. Luego de haber experimentado con estas nuevas metodologías, posiblemente la calidad de vida de nuestra gente va a mejorar, bajarán los costos de viajes y comidas y se verá una reducción de espacios de oficinas con diseños distintos.”