La apuesta de Garmin por pulseras cuantificadoras no resulta nueva. Sin embargo, ha dotado de algunas mejoras diferenciales a su modelo VivoFit. Por ejemplo, la resistencia hasta 50 metros de profundidad bajo el agua y la opción de medir también el ritmo cardíaco de los deportistas. Además, entre otras novedades, tras una hora de inactividad, la VivoFit muestra una alarma luminosa roja para recordar que ya es hora de moverse.
Es sabido que la apuesta de Garmin por pulseras cuantificadoras no resulta nueva ya que podríamos contar hasta 10 modelos diferentes presentados en los últimos meses. Sin embargo, el fabricante ha dotado de algunas mejoras diferenciales a su modelo VivoFit.
La VivoFit es una pulsera que mide los parámetros básicos de actividad gracias a un acelerómetro: pasos, calorías y distancia. Utilizando la gamificación sitúa metas de actividad diaria que se personalizan y se ajustan en función del progreso de cada usuario.
La pulsera integra una pequeña pantalla LCD invertida, es decir que los números aparecen en blanco y el fondo es negro, que ofrece una gran legibilidad. Al mismo tiempo, ofrece varias prestaciones diferenciales como son la resistencia hasta 50 metros de profundidad bajo el agua y la opción de medir también el ritmo cardíaco cuando se usa junto con el medidor de frecuencia cardíaca opcional.
Además, los usuarios que ya dispongan de otro dispositivo Garmin (Edge o Forerunner) tendrán la posibilidad de emplear VivoFit para controlar su actividad y el tiempo de recuperación necesario entre los entrenamientos.
Otra de las características es que tras una hora de inactividad, la VivoFit muestra una alarma luminosa roja para recordar que hay que mover el cuerpo. Cuenta también con el “modo descanso” que monitoriza el sueño para analizar el nivel de descanso.
