El 2015 verá el surgimiento de aplicaciones “multidispositivo”, las cuales permitirán que los diferentes equipos se sincronicen de acuerdo a las preferencias y patrones de uso de cada individuo. En otras palabras, la “experiencia” de interactuar con una marca en particular será posible en el teléfono y en el reloj, además de muchos otros dispositivos, asegura Christopher Dean, CEO de Swrve.
Por ejemplo, existen productos como el Apple Watch y otros similares que son apenas la punta del iceberg cuando se trata de la integración de la tecnología wearable y la aplicación móvil, explica el vocero.
Se abren desafíos para los interesados en marketing, opina el directivo, pues el usuario tendrá inquietud en cuanto a la posibilitad de recibir ofertas “más invasivas e irritantes que nunca” directamente en la muñeca. Por ello, los encargados de esta área deben considerar y resolver el problema de frente, antes de que el cliente elimine la aplicación.
[youtube_sc url=»https://www.youtube.com/watch?v=jv25DodsoFo»]Así, el reto específico más obvio es determinar qué debe aparecer en cuál dispositivo, y cuándo. Definitivamente no se puede esperar a que los usuarios toleren cada notificación automática que los comerciantes envíen directamente al reloj, de modo que las empresas deberán establecer una “jerarquía de mensajes”. Algunas ofertas se enviarán al reloj y otras sólo al teléfono, todo depende de las preferencias del consumidor.
Tomar en cuenta cuestiones como: ¿Cuáles son las notificaciones que por lo general se leen en el reloj? ¿Cuáles en el teléfono? ¿Qué acciones se realizan comúnmente en el reloj? Ayudarán a tomar decisiones respecto al contenido que se mostrará en cada dispositivo.
El diseño de las aplicaciones tendrá que evolucionar para cumplir distintos requerimientos, aprender de los patrones de uso únicos de cada individuo y entregar mensajes relevantes que sean adecuados para el tipo de dispositivo en el cual aparecerán.
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