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El crepúsculo de la Ley de Moore

Por ahora, la ley acuñada por el cofundador de Intel Gordon Moore, que establece que la cantidad de transistores en los chips se duplica aproximadamente cada dos años, sigue vigente, pero está claro que está en una edad avanzada, y aún no ha surgido una tecnología fundamental que prolongue su vigencia. Lo que sea que venga después desafiará las tradicionales premisas, tanto de los tecnólogos como de la sociedad en general.

Lo antedicho es una de las conclusiones del simposio de la asociación mundial IEEE (Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica), en el que se exploró el futuro tecnológico con un horizonte de 20 años. Las charlas examinaron algunas de las formas en que los ingenieros necesitan asumir la responsabilidad de presentar a las capacidades y los límites de la tecnología a un mundo que depende de ellas pero usualmente no logra entenderlas.

La tecnología se está haciendo “más complicada a medida que avanzamos, y el público no alcanza a seguirle el paso”, dijo Robert Colwell, consultor y ex arquitecto de procesadores en Intel. Colwell observó las cuestiones problemáticas de la tecnología, como por ejemplo que la gente da por hecho y resta valor a las tecnologías complicadas tales como los smartphones y los sistemas de GPS. Se espera que los productos para el consumidor operen a la perfección, pero cuando no lo hacen, la sociedad busca a quién culpar y castigar. “Eso no resuelve el problema”, sentenció el ex arquitecto de Intel.

Ya no estamos siendo llevados por el remolque exponencial llamado Ley de Moore, por lo que buscaremos otras oportunidades que no serán exponenciales para luego migrar a algo que cambie nuestras suposiciones”, dijo Thomas Sterling, un gurú de las supercomputadores y profesor en la Universidad de Indiana. Sterling predijo que durante los próximos 20 años, a medida que los chips actuales agoten su combustible, irán surgiendo nuevas clases de dispositivos que adoptarán arquitecturas de computadoras que no seguirán el paradigma de Von Neumann. Mientras tanto, “continuaremos construyendo computadoras basadas en ideas de hace 40 años”, sentenció.

Sterling y sus colegas disertantes estuvieron de acuerdo en que incluso manteniendo la tecnología actual, hay oportunidades para lograr mejoras de varios órdenes de magnitud en eficiencia energética. “La vasta mayoría de los costos de energía actuales se van en movimiento de datos entre los chips”, observó Sterling.

El investigador de IBM Wilifried Haensch dijo que los sistemas que siguen patrones neuromorfos se presentan como la apuesta más segura para los avances post-CMOS. “Para reconocimiento de patrones en Big Data, esto puede ser un gran cambio en las reglas de juego”, explicó el científico de IBM.

Los nanotubos de carbono están recobrando interés entre los investigadores. Haensch mostró conceptos para usarlos con el propósito de formar estructuras 3D en obleas de silicio como una alternativa a las pilas de chips basadas en vías de conexión verticales (TSV, through-silicon vías).

La única barrera fundamental es que no hay herramientas para lograr un contacto razonable en pequeñas dimensiones”, señaló Haensch, quien también se refirió a otras opciones, como computación cuántica y adiabática (que no intercambia calor con su entorno), que por el momento se perfilan como poco prometedoras.

“Ninguna de estas tecnologías se volverá masiva, pero algunas encontrarán nichos muy útiles”, dijo Colwell con respecto a todas las técnicas descriptas por Haensch. Colwell es bien conocido por sus opiniones acerca del estado actual de la tecnología CMOS: “Estamos en el crepúsculo de la Ley de Moore. Se puede discutir acerca de cuándo terminará, pero no hay posibilidades de que siga vigente hasta el año 2035, y hasta el momento no se ven reemplazos creíbles. No veo a Intel preparándose de la forma en que pienso que debería. Me da un poco de miedo como accionista, con muchos amigos trabajando allí… pienso que la industria deambulará como un muerto viviente, sin dirigirse en ninguna dirección útil durante un tiempo. Lo primero que tenemos que hacer es admitir que la Ley de Moore morirá pronto y pensar más allá de esa realidad”.

Autor

  • Pamela Stupia

    Editora de ITSitio para toda la región. Comenzó su camino en medios gráficos y digitales hace más de 10 años. Escribió para diario La Nación y revista Be Glam del mismo grupo.

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Pamela Stupia

Editora de ITSitio para toda la región. Comenzó su camino en medios gráficos y digitales hace más de 10 años. Escribió para diario La Nación y revista Be Glam del mismo grupo.

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