Inteligencia aumentada: ¿por qué sólo el 4% de las empresas la usan?
La inteligencia aumentada promete transformar la forma en que trabajamos, pero a pesar de su potencial, solo un pequeño porcentaje de empresas la están utilizando. José Tam, VP de transformación digital en Softtek, analiza por qué la resistencia al cambio y la falta de conocimiento son barreras para su adopción y cómo superarlas.
Por José Tam, VP de transformación digital en Softtek.
Estamos entrando en una era en la que la inteligencia aumentada será el nuevo estándar en todas las industrias, aunque su ciclo de adopción pueda demandar 10 años. La tecnología está lista, pero… ¿lo estamos nosotros?. Esa fue una de las preguntas introductorias que hice en una gira reciente por Sudamérica para hablar sobre inteligencia artificial aumentada y su papel en el mundo empresarial. Aunque suene sorprendente, sólo el 4% de las empresas globales está utilizando IA en sus operaciones diarias, según cifras de Deloitte.
Estamos hablando de inteligencia aumentada porque no se trata de que la tecnología reemplace a las personas, sino de que las potencie. La IA es una herramienta lista para ser usada, pero requiere un cambio de mentalidad en los líderes empresariales.
¿Qué es la inteligencia aumentada?
La inteligencia aumentada consiste en la colaboración entre humanos y algoritmos, es una tecnología que ayuda a las personas a ser más eficientes en su trabajo. No se trata de que los bots asistentes inteligentes o la IA sustituyan a los empleados, sino de ayudarlos a aumentar sus capacidades. Las empresas pueden implementar asistentes virtuales que personalicen la atención al cliente, usando desde patrones de comportamiento hasta imitaciones de acentos regionales.
La inteligencia artificial generativa es una forma de inteligencia aumentada que impulsa las capacidades humanas en diversas áreas. Complementa la creatividad, optimiza procesos al automatizar tareas repetitivas y mejora la toma de decisiones al proporcionar análisis basados en grandes volúmenes de datos, lo que permite decisiones más informadas. Muchas veces se toman decisiones con menos del 50% de la información necesaria. La GenAI ayuda a integrar toda la información como si tuvieras una arquitectura de información 100% integrada. Asimismo, facilita la interacción y colaboración entre humanos y máquinas, habilitando la personalización al adaptar las experiencias al comportamientos y preferencias del usuario, mejorando así su satisfacción.
Si tuviera que puntualizar cinco niveles de madurez, pasamos del nivel 1 que era sólo de humanos, al nivel 2 que que es el de ser asistidos por inteligencia artificial creativa. En tercer lugar, llega el turno de la inteligencia aumentada, cuando estamos empoderados y potenciados por la inteligencia artificial. Luego vamos a pasar a un mundo semiautónomo, donde habrá cosas que puedan ser más automáticas e inteligentes y finalmente será el autónomo. Dependiendo de la industria podemos estar a unos 10 o 15 años del nivel 5.
¿Por qué no dar el paso?
El mayor obstáculo para su adopción masiva es el miedo al cambio. La resistencia muchas veces viene de no saber lo que no sabemos. Las empresas temen integrar IA porque les falta el conocimiento necesario para confiar en ella. Quienes se atrevan a dar el salto no sólo optimizarán sus procesos, sino que estarán mejor preparados para competir en el mercado global.
El verdadero reto no está en desarrollar la tecnología, sino en cambiar la mentalidad de los líderes empresariales. Vi muchas compañías que siguen bloqueadas por prácticas obsoletas, como el miedo a compartir datos o la desconfianza en la automatización.
Las empresas tardan más en adoptar las tecnologías que los usuarios. Los pioneros serán quienes la aprovechen primero, hasta 2028. Se estima que se usará hasta 2032 por lo menos. Como pasó con la transformación digital que comenzó en 2012, en 2017 el 40% estaba arriba y tras la pandemia casi el 90%. Hay un tiempo hasta que se da la adopción.
En Softtek vemos que, así como están los ‘early adopters’ que, al considerarse líderes, quieren ir primero, también están los que prefieren esperar tres años para analizar la situación. Aguardar a que esté todo más barato, con menos errores, para ser los primeros de la segunda ola. Y luego vienen los que se consideran seguidores, para economizar y bajar el margen de error. Consideran en este punto que pueden, además, contratar gente que ya esté formada en lugar de tener que capacitarlos.
El futuro es la inteligencia aumentada
No todo son barreras. Estamos entrando en una era donde la inteligencia aumentada será el nuevo estándar en todas las industrias. Y no se trata sólo de automatización. La IA ahora tiene memoria. Los sistemas no sólo reaccionan, sino que aprenden de experiencias pasadas, como los autos autónomos. Esto significa que las empresas que adopten esta tecnología podrán mejorar no sólo la eficiencia de sus procesos, sino también la calidad de sus decisiones, creando experiencias personalizadas y optimizadas para sus clientes.
El primer paso para las empresas de la región es empezar a experimentar con herramientas accesibles de IA. La clave está en probar, fallar y aprender rápido. ¡Esto no es ciencia ficción, es ciencia real! Los líderes empresariales no deben hacerlo solo: formen equipos con expertos, capaciten a su personal y, sobre todo, cambien el chip.
La inteligencia aumentada no es una opción, es el camino. La pregunta ya no es si deberíamos adoptar la IA, sino ¿cómo podemos usarla para aumentar nuestras capacidades humanas, para ser líderes aumentados?