Columna de Opinion

Mi otro yo: te invito a interactuar en tiempo real con mi clon digital

Creé un avatar interactivo en pocos minutos y sin saber programación. Se ve y habla como yo. Cómo lo hice y un análisis de casos de uso de esta tecnología

 

Hace unos días, decidí embarcarme en una nueva aventura tecnológica: crear mi propio avatar interactivo (que pueden ver junto a este texto). No se trata de un simple dibujo, sino de mi clon digital, con quien se puede interactuar, por texto o voz, en tiempo real. Este avatar no solo se parece a mí, también habla con mi voz, reproduce mis expresiones y, lo más impresionante, tiene el conocimiento y las habilidades de una periodista especializada en tecnología, como yo. No puedo asegurar que sea tal como hablar conmigo (pero se parece bastante cuando habla de tecnología). Pueden hacer la prueba ustedes mismos, haciendo clic en la imagen mía que dice «chat now» y que ven junto a este texto

Y tampoco puedo confirmar que tengamos el mismo conocimiento ni que opinemos exactamente lo mismo. A decir verdad: ella es más cauta que yo y, por lo que estuve probando, se abstiene de emitir opiniones. No es casual. La configuré para que sea así. Aunque todo puede fallar siempre y como esto es apenas una versión de prueba, hago las aclaraciones de rigor.

Este avatar, en su versión beta, se moldeó a partir de una base de conocimientos y parámetros que definí cuando lo configuré. Algo que también fue extremadamente sencillo ya que esa configuración no se hace escribiendo código sino simplemente detallando, en lenguaje natural, qué tipo de características queremos que tenga: rol, personalidad, base de conocimientos y también los límites. En este último punto se aclara lo que queremos que se abstenga a hacer, por ejemplo, emitir opiniones sin aclarar que son su punto de vista o inventar datos sobre temáticas que desconoce.

 

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El encuentro con mi avatar

Tenía muchas ganas de interactuar con mi clon digital. Soy curiosa y siempre la novedad siempre me cautiva. Ver y escuchar una versión digital de mí misma respondiendo preguntas y ofreciendo análisis detallados sobre temas tecnológicos generaba una mezcla de fascinación y desconcierto. ¿Realmente llegamos ya a este punto? Pues sí, llegamos a este punto. Y lo que me sorprendió no fue solo lo bien que funciona sino que yo haya podido configurarlo con la facilidad y rapidez que mencionaba anteriormente.

Los casos de uso

Este tipo de tecnología abre todo un universo de posibilidades. Estos avatares personalizados se pueden utilizar en servicios de atención al cliente, así como en educación, marketing y ventas, e incluso en la creación de contenido.

Un docente podría tener un asistente virtual que atienda a los estudiantes fuera del horario de clases; las empresas podrían ofrecer soporte técnico en varios idiomas simultáneamente sin necesidad de personal humano en cada zona horaria; y los creadores de contenido podrían ampliar su alcance al multiplicar su presencia digital sin necesidad de estar físicamente presentes en todos lados. Y además con la posibilidad de hablar en diferentes lenguas. Realmente es una manera de desafiar barreras.

Beneficios y desafíos

Uno de los mayores atractivos de esta tecnología es la personalización y disponibilidad 24/7 que ofrece. Al poder interactuar en múltiples idiomas, estos avatares tienen el potencial de llegar a una audiencia global, lo que supone una ventaja competitiva significativa. Además, el costo operativo se reduce considerablemente al no depender de personal humano para muchas interacciones.

Clon digital.
Cómo crear un clon digital.

En este punto hay que destacar que esto todavía es algo nuevo, en estado beta y que tiene mucho por pulir. Es clave saber delimitar bien las bases de conocimiento y configurarlos para evitar que evitar que alucinen, algo que puede ocurrir.

Esta tecnología también trae consigo la responsabilidad de asegurar que los avatares y la inteligencia artificial en general se desarrollen de manera ética y segura. El potencial de estas herramientas es inmenso, pero también lo son los riesgos si no se manejan con cuidado.

¿El fin de la interacción humana?

No, yo creo que más bien permite automatizar muchas tareas y eso nos ofrece la oportunidad de resignificar cada vez más la interacción humana. Imagino un futuro en el cual la atención al cliente en primera instancia se pueda automatizar con estos avatares para luego avanzar con reuniones 1 a 1 más personalizadas y focalizadas. Me parece que son una buena manera de optimizar los primeros encuentros.

También son una manera de revalorizar los encuentros humanos. Si la IA nos libera de esas tareas podremos dedicar más tiempo para cultivar la creatividad humana, y de tener relacionamientos más significativos,

El futuro ya llegó

La creación de mi avatar interactivo me permitió vislumbrar un futuro donde nuestras identidades digitales juegan un papel central en cómo nos relacionamos con el mundo. Esta tecnología, aún en desarrollo, podría revolucionar la manera en que interactuamos en línea, acercándonos a una era donde nuestros avatares actúan como extensiones de nosotros mismos en el ámbito digital.

Crear un clon digital es un viaje interesante e incierto hacia un futuro que aún estamos empezando a comprender. Y mientras navegamos este camino, es clave mantener un equilibrio entre la innovación y la humanidad que define quiénes somos

Autor

  • Desirée Jaimovich

    Es directora creativa de ITSitio, y tiene una columna de tecnología en el programa La Inmensa Minoría, por Radio Con Vos y en Médico de Familia, por Canal 9. Anteriormente trabajó para Infobae, Clarín y CNN Radio. Es traductora pública de inglés y periodista especializada en tecnología e innovación. Obtuvo el Premio Eset al Periodismo en Seguridad Informática y el Premio UBA al Periodismo educativo y cultural. Fue becaria del programa International Visitor Leadership de la Embajada de EE.UU.

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Desirée Jaimovich

Es directora creativa de ITSitio, y tiene una columna de tecnología en el programa La Inmensa Minoría, por Radio Con Vos y en Médico de Familia, por Canal 9. Anteriormente trabajó para Infobae, Clarín y CNN Radio. Es traductora pública de inglés y periodista especializada en tecnología e innovación. Obtuvo el Premio Eset al Periodismo en Seguridad Informática y el Premio UBA al Periodismo educativo y cultural. Fue becaria del programa International Visitor Leadership de la Embajada de EE.UU.

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