El futuro es una nube para todo
La evolución de la computación en la nube está transformando la manera en que las empresas adoptan y utilizan tecnología. Desde su concepción como concepto hasta convertirse en el núcleo de la innovación digital, el modelo Everything as a Service (XaaS) promete redefinir el equilibrio entre agilidad, costo y escalabilidad.
En el principio fue el ciberespacio.
Cuando William Gibson escribió la novela de ciencia ficción llamada Neuromante en 1984, lejos estaba de imaginar —o a lo mejor sólo fue una profecía— que en ese ámbito que él bautizó de esa manera, ocurrirían tantas cosas como las que ocurren hoy.
Aunque la idea de ofrecer servicios públicos de computación de la misma manera como se ofrece electricidad o gas ya había aparecido en los ‘60s —John McCarthy en 1961—, no fue sino hasta 1997 que un tal Ramnath Chellappa bautizó como nube (“cloud computing”) al ciberespacio de Gibson.
Hoy, más de 40 años DG (después de Gibson), los límites entre lo que tenemos en nuestros dispositivos y lo que ofrece la nube se siguen borroneando cada vez más. Los ideólogos, los tecnólogos y los gerentes de marketing debaten acerca de las virtudes, ventajas y desventajas de las nubes públicas, privadas o híbridas y surgen ofertas como Software as a service (SaaS), Platform as a service (PaaS) o Infrastructure as a service (IaaS).
Seguramente fue alguien cansado de tener que explicar cada vez todas las propuestas de la nube quien propuso: “A partir de hoy todo es ‘as a service’ y listo”. Y surgió, como por arte de magia marketinera, Everything as a Service (XaaS).
XaaS en cifras
Según un estudio de Fortune Business Insights que se acaba de conocer este año, el tamaño del mercado de Everything as a Service se valoró en 559.140 millones de U$D en 2022 y se prevé que crezca hasta los 3.221.960 millones de U$D en 2030, con una CAGR del 24,4 %. En 2022, Norteamérica dominó el mercado mundial con una cuota del 50,45 %.
El alcance del informe incluye varias plataformas de todo como servicio (XaaS) ofrecidas por actores del mercado como Cisco Systems, Inc., IBM Corporation, Oracle Corporation, Salesforce, Alphabet, Inc. y otros.
Se espera que la creciente inversión en transformación digital para mejorar la agilidad empresarial y la eficiencia operativa empresarial ayude al crecimiento del mercado. Según el informe de IDC, en 2021 el gasto mundial en transformación digital de empresas y organizaciones alcanzó los 1,49 billones de dólares y luego superó los 1,8 billones de dólares en 2022, lo que supone un aumento del 17,6 % con respecto a 2021.
Además, la creciente adopción de plataformas basadas en suscripciones para utilizar los servicios y productos, según las necesidades, es un factor que impulsa el crecimiento del mercado global de Everything as a Service. La demanda de plataformas basadas en suscripción, como Netflix, Amazon Prime y otras, ha aumentado asombrosamente en medio de la pandemia de la COVID-19. A partir de 2021, los suscriptores de la plataforma de streaming Netflix alcanzaron alrededor de 221,8 millones, lo que supone un aumento del 9,9 % con respecto a 2020. Este aumento en la adopción de los suscriptores de la plataforma SaaS en todo el mundo ha impulsado el crecimiento del mercado.
Para qué se usa…
Okey, todo muy lindo, muy interesante, con mucho potencial pero… ¿para qué sirve?
Felipe Montenegro, Head of Channel Storage for Latin America en Dell Technologies advierte: “Yo le haría un tweak, un pequeño cambio y le pondría pago por uso. Nos gusta llamarle pago por uso porque cuando uno habla de algo como servicio, se pueden malinterpretar ciertas cosas que para mí van en la definición de por qué existen los servicios que uno paga por uso y por qué existen cosas que uno las tiene que comprar”. Por enrevesado que parezca el argumento, Montenegro está planteando que no todo se puede ofrecer como servicio de la nube. Pero no nos adelantemos.
Luis Caro, Principal Advisors Leader for LATAM en AWS explica que “debido al crecimiento de la popularidad de la computación en la nube, se han desarrollado varios modelos y estrategias de despliegue para satisfacer las necesidades de los distintos usuarios. Cada tipo de servicio en la nube y método de despliegue aporta distintos niveles de control, flexibilidad y administración. Comprender las diferencias entre los modelos tradicionales de computación en la nube (Infraestructura como servicio [IaaS], Plataforma como servicio [PaaS] y Software como servicio [SaaS]), así como las estrategias de despliegue que puede utilizar, puede ayudar a los clientes a decidir qué conjunto de servicios es el adecuado para sus necesidades”.
Concuerda con Montenegro en que el pago por uso es la principal característica: “En lugar de comprar, poseer y mantener sus propios centros de datos y servidores, las organizaciones pueden adquirir tecnología como potencia de cálculo, almacenamiento, bases de datos y otros servicios (XaaS) en función de las necesidades. Es similar a cuando los consumidores pulsan un interruptor para encender las luces de su casa, y la compañía eléctrica envía la electricidad”.
Según los cánones aceptados, la computación en la nube permite que las empresas se enfoquen en el desarrollo de sus negocios, con la tecnología como facilitador y no como un bloque con dificultades técnicas y costos. Seguridad, agilidad y ahorro son algunos de los drivers que impulsan la adopción. “Tomar decisiones con mayor simplicidad, con mayor agilidad y con mayor control” resume el ejecutivo de Dell y agrega: “Cuando hablamos de Everything as a service, lo que estamos tratando de transmitir al mercado, es que las compañías hoy día pueden experimentar antes de tener que invertir».
Por su parte, Caro añade: “La rápida innovación que la tecnología en la nube permite a las empresas es primordial para que PYMES o grandes empresas enfoquen sus valiosos recursos de TI en el desarrollo de aplicaciones que diferencian su negocio y transformen las experiencias de los clientes en lugar del trabajo pesado de administrar la infraestructura y los centros de datos”.
…y para qué no sirve
La computación en la nube, como hemos visto, tiene una buena cantidad de ventajas pero, como sucede con todo lo que va decantando en el tiempo, tiene desventajas, tiene desafíos y no sirve para todo.
En ese sentido, Montenegro, que responde por videollamada desde Chile, ejemplifica: “Si yo me voy a vivir a Argentina no me voy a comprar una casa inmediatamente. Me voy a un Airbnb para ir a visitar propiedades y elegir la mejor. Lo mismo pasa con el XaaS: cuando las cosas son puntuales y tienen característica desconocidas, el Everything es una tremenda solución, pero cuando las cosas son más predecibles o ya conozco cuántos flujos necesito, es mejor cambiarme a algo propio”.
A lo que alude el ejecutivo —en medio de varios ejemplos difíciles de reproducir— es que la nube es una buena alternativa cuando se debe experimentar, testear o cubrir una necesidad puntual, pero cuando se tiene una tarea repetitiva, con pocos datos dinámicos o, en definitiva, si la ecuación costo-beneficio es favorable al on premise, no hay porqué no adoptarlo. Estoy seguro de que no pocos estarían en desacuerdo.
Una des principales analogías: “Si vos viajás por varios días, quizá te convenga Airbnb, pero si te vas establecer, ya te conviene comprar la casa”.
Para Caro, en cambio, “más que desventajas vemos desafíos y uno de ellos es la escasez de talento tecnológico que conozca y sepa manejar este tipo de servicios. Según IDC, alrededor del 65% de las principales compañías de la región luchan por reclutar y retener profesionales calificados en áreas tecnológicas. De hecho, se estima que la brecha de talento alcanzará los 2,5 millones de profesionales para el año 2026, con una creciente demanda de roles emergentes que requerirán habilidades actualizadas”.
El ejecutivo de AWS afirma que esta carencia de capital humano calificado en disciplinas tecnológicas representa un obstáculo significativo para la competitividad y el crecimiento de las empresas latinoamericanas en la era digital. “Es fundamental que las compañías, gobiernos e instituciones educativas unan esfuerzos para cerrar esta brecha, impulsando programas de capacitación, actualizando los planes de estudio y promoviendo las carreras STEM entre los jóvenes talentosos de la región”.
El futuro es XaaS
“Sin duda el tema de XaaS seguirá siendo adoptada cada vez más por clientes de diversos sectores —asegura Caro— por los grandes beneficios en costos y tiempos que ofrece permitiéndoles ser más competitivos e innovar más rápidamente en sus mercados”.
Para Montenegro “el futuro es excesivamente prometedor y yo lo veo a la siguiente forma: con lo de IA y con lo que estaba viendo del Edge, los modelos de pago por uso van a crecer y van a aumentar por una cosa obvia, más tecnología, más gente que necesita consumir, solo que yo creo que los dos modelos van a crecer por igual, tanto on premise como XaaS, porque las compañías van a crecer, ya tienen tecnología y están cada vez más robustas”.
Ambos ejecutivos ven, también, que la Inteligencia Artificial va a complejizar (que no complicar) el panorama. “El gran problema de la IA —sostiene Montenegro— es la complejidad de los datos. Entonces, a mayor cantidad de datos, mayor capacidad de análisis. Una compañía que tiene millones de datos va a necesitar más cómputo, por razones obvias, que una compañía que está recién inaugurándose. Las empresas que están poniendo modelos de IA en sus procesos productivos con mucho cómputo y mucho procesamiento van a ir al on premise. En cambio, si la empresa es incipiente, nunca tuvo acceso a la tecnología, yo le recomiendo que vayan a las soluciones de pago por uso para que lo hagan de la forma correcta”.
Y Caro concluye: “Una tendencia que vemos para los próximos años es la inteligencia artificial generativa. Empresas de todo el mundo están pasando de la experimentación a la producción de inteligencia artificial generativa, acelerando la innovación. De acuerdo con un estudio de Access Partnership, la IA podría aumentar la productividad de los empleados hasta un 49% para el 2028, y la IA generativa podría sumar $7 billones anuales a la economía global para el 2030”.
Ya sea que haya surgido como una necesidad de las empresas cliente, de los departamentos de marketing de las proveedoras o de la simple evolución de las propuestas tecnológicas, (casi) todo se hará en la nube en el futuro más inmediato… y el otro.