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Robots humanoides para hacer el trabajo pesado

Con la llegada de robots avanzados como el G1 y el Go 2, Big Dipper está transformando la seguridad y la logística en sectores industriales en Argentina. En una entrevista con Gabriel Bruno, exploramos cómo estos robots están mejorando la eficiencia y seguridad, mientras abren nuevos horizontes en la programación y la tecnología educativa.

En los últimos años, la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, y la industria de la seguridad no ha quedado atrás. Gabriel Bruno, Gerente de Marketing de Big Dipper, explicó cómo la compañía está llevando robots de origen chino a la Argentina, modelos que ya se están utilizando en diversas aplicaciones industriales y de seguridad. «Esto es la evolución de 20 años de lo que es la seguridad electrónica en el mundo», afirmó Bruno.

Durante la pandemia, surgieron nuevas tecnologías para adaptarse a las nuevas necesidades, como el control de acceso mediante biometría. Este enfoque permitió sustituir procesos que antes requerían contacto físico, como los controles de huellas dactilares. «Hoy en día, cualquier equipo se ve con otro equipo, una cámara con una alarma, con un control de acceso», explicó Bruno. Además, mencionó que los robots pueden operar como cámaras de seguridad, y aún más: «es una cámara, puedes usarla como seguridad, como análisis de una situación, o como cámara térmica».

Robots con capacidades avanzadas: funciones y aplicaciones

Uno de los robots destacados es un humanoide que está ganando popularidad por sus funciones avanzadas. Este humanoide, conocido como G1, es una herramienta versátil que se utiliza tanto en logística como en seguridad. «Este robot puede patrullar un perímetro, hacer tareas de seguridad industrial, e incluso realizar rescates en situaciones extremas», mencionó Bruno. Su capacidad para moverse en ambientes complejos, como zonas con humo o oscuridad, es una de sus mayores ventajas. Además, la combinación de su cámara térmica y su capacidad de manipular objetos lo convierte en una herramienta valiosa para distintos sectores industriales.

Por otro lado, el modelo cuadrúpedo, denominado Go 2, ofrece diferentes ventajas, especialmente en términos de estabilidad y maniobrabilidad. Bruno destacó que, a diferencia del humanoide, el perro tiene cuatro puntos de apoyo, lo que lo hace más adecuado para ciertas funciones. «El cuadrúpedo tiene más estabilidad y puede llevar carga, lo que lo hace ideal para la industria minera y otras aplicaciones industriales». El Go 2, además de su movilidad, puede realizar tareas como la medición de gases peligrosos en ambientes industriales, algo que puede salvar vidas al evitar que los humanos entren en áreas de alto riesgo.

Robot Humanoide G1 (Fuente: https://www.unitree.com/g1)

El Robot Cuadrúpedo: utilidades en la industria y el control de perímetros

El Go 2 no solo es útil en el ámbito industrial, sino también en el control de perímetros. «Este modelo tiene un radar topográfico que le permite hacer recorridos autónomos en lugares como barrios privados o instalaciones industriales», comentó Bruno. En lugares con terrenos complejos o con condiciones climáticas extremas, el perro puede realizar tareas de vigilancia, tomar fotos y transmitir información en tiempo real. Su batería, que dura alrededor de 4 horas, le permite realizar múltiples rondas sin necesidad de intervención humana.

Además, el Go 2 tiene un pequeño sensor de gases peligrosos, lo que lo convierte en un aliado fundamental para la industria minera y de hidrocarburos. «Puede caminar por una mina o una planta industrial, censar los niveles de oxígeno y gases peligrosos, y emitir alertas si los niveles son anormales», explicó Bruno. Este tipo de monitoreo autónomo aumenta la seguridad y reduce el riesgo para los trabajadores.

El Robot Humanoide: usos y capacidades en logística y seguridad

El humanoide G1, aunque más limitado en términos de movilidad en comparación con el cuadrúpedo, ofrece ventajas significativas en términos de interacción con el entorno. Bruno explicó que el humanoide puede ser utilizado en tareas como la manipulación de objetos, en particular en líneas de producción o en centros logísticos. «Es capaz de agarrar y mover cajas pequeñas o medianas, lo que lo convierte en una herramienta útil en almacenes y plantas de producción».

Además de estas funciones, el humanoide también se emplea en situaciones de videovigilancia y seguridad, ya que puede caminar entre personas mientras realiza funciones como el reconocimiento facial y la toma de fotos. «Es más limitado en acciones, pero ya con eso es una herramienta más que efectiva para un montón de cuestiones», señaló Bruno.

Precios y disponibilidad en el mercado local

Con respecto a los precios de estos robots, Gabriel Bruno explicó que el costo varía según el modelo y las funcionalidades. «El cuadrúpedo tiene un precio inicial de $4000 dólares. Este modelo incluye radar topográfico, cámara, y una batería que dura aproximadamente 4 horas», detalló. Por otro lado, el humanoide G1 es significativamente más caro, con un precio de venta de $80,000 dólares. Sin embargo, Bruno destacó que, a pesar de su alto costo, el modelo humanoide ha experimentado una disminución significativa de precio en comparación con el año anterior: «El precio ha bajado a menos de la mitad de lo que costaba el modelo anterior, lo que lo hace más accesible».

Robot cuadrúpedo Go 2 (Fuente: https://www.unitree.com/go2)

La aplicación de los robots en sectores industriales

Uno de los aspectos que más destacó Gabriel Bruno es la adopción de estos robots en sectores industriales como la minería, la refinación, y el manejo de sustancias peligrosas. «Muchas empresas en sectores como el petrolero y minero han comenzado a utilizar estos robots para evitar que los trabajadores entren en zonas de riesgo», señaló. También explicó que los robots están siendo utilizados en laboratorios donde el manejo de sustancias peligrosas es una preocupación constante. «El uso de estos robots evita que las personas tengan que estar expuestas a sustancias peligrosas, lo que reduce los riesgos de accidentes», destacó.

En el sector de la seguridad pública, los robots también están comenzando a desempeñar un papel importante. «En Santiago del Estero, por ejemplo, tenemos un robot patrullando las calles. Este robot está equipado con una cámara térmica y puede realizar tareas de búsqueda de personas prófugas», explicó Bruno. Los robots también son empleados en zonas de difícil acceso o en situaciones de emergencia, donde su capacidad para moverse en terrenos difíciles y operar en condiciones extremas resulta invaluable.

El futuro de la robótica en Argentina: desarrollo y oportunidades

A medida que la tecnología avanza, las posibilidades de aplicación de estos robots se amplían. Gabriel Bruno mencionó que la versatilidad de los robots, combinada con su capacidad de ser programados a través de Python, permite que su uso sea cada vez más diverso. «Estos robots pueden ser programados por estudiantes de robótica, y las aplicaciones posibles son infinitas», afirmó. Esto abre nuevas oportunidades tanto en el ámbito educativo como en el desarrollo de soluciones personalizadas para diferentes industrias.

Con la creciente adopción de tecnologías de robótica en Argentina, el futuro parece prometedor. «La gente no sabe que estos robots ya están aquí. Hace dos años que estamos vendiendo estos equipos, y la demanda sigue creciendo», concluyó Bruno.

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Autor

  • Desirée Jaimovich

    Es directora periodística de ITSitio, y tiene una columna de tecnología en el programa La Inmensa Minoría, por Radio Con Vos y colabora con La Nación. Anteriormente trabajó para Infobae, Clarín y CNN Radio. Es traductora pública de inglés y periodista especializada en tecnología e innovación. Obtuvo el Premio ESET al Periodismo en Seguridad Informática y el Premio UBA al Periodismo educativo y cultural. Fue becaria del programa International Visitor Leadership de la Embajada de EE.UU.

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Desirée Jaimovich

Es directora periodística de ITSitio, y tiene una columna de tecnología en el programa La Inmensa Minoría, por Radio Con Vos y colabora con La Nación. Anteriormente trabajó para Infobae, Clarín y CNN Radio. Es traductora pública de inglés y periodista especializada en tecnología e innovación. Obtuvo el Premio ESET al Periodismo en Seguridad Informática y el Premio UBA al Periodismo educativo y cultural. Fue becaria del programa International Visitor Leadership de la Embajada de EE.UU.

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