IT en Chile: beneficios tributarios, una academia preparada y un elogiado ecosistema de partner

Si hay algo que caracteriza a Chile, es que, si bien cada gobierno que asume busca poner su sello a la hora de administrar el Estado, existen políticas que trascienden el color político del Presidente o la Presidenta de turno.

Una de las áreas que se ha visto beneficiado de esta hoja de ruta que no varía dependiendo de quien se instala en La Moneda, son los canales IT, es decir, las empresas que distribuyen y comercializan productos y servicios de tecnologías de la información.

La innovación, investigación, tecnología y el apoyo a los ecosistemas de emprendimientos y startups han sido una preocupación mayor para el modelo económico chileno desde el 2000. Hoy, una ley consagra una serie de beneficios tributarios para quienes realizan innovación y desarrollo en Chile, y no solo eso, sino que lo acompaña con una academia -universidades e institutos técnicos- de alto nivel en el cono sur, y una política de ecosistema que permite interactuar a todos, independiente del tamaño de la compañía.

Red Hat lleva 10 años en Chile, y ha sido testigo del modelo chileno. En diálogo con IT Sitio, Eugenio Rodríguez, country manager & sales lead de Red Hat Chile, plantea que hoy el país es importante para la compañía que representa, dice, “especialmente en lo referente a la calidad profesional de sus recursos humanos”.

El guiño a la formación académica, mixtura de universidades públicas y privadas que destacan en rankings mundiales, no es casualidad. “Llevamos diez años trabajando con un equipo grande en el país y estamos creciendo a nivel de contratación de gente en un periodo bastante desafiante a nivel nacional. Estamos reforzando los equipos y me enorgullece decir que estamos prestando servicios desde Chile hacia Latinoamérica”.

Danilo Naranjo es fundador y director de Wingsoft, compañía chilena que diseña soluciones a las empresas que innovan en el desarrollo de nuevos modelos de negocios digitales y mejoran distintos procesos internos a través de spin-off empresariales. Al igual que Rodríguez, pone el énfasis en la preparación en Chile de los talentos, en parte también por una creciente oferta de estudios de postgrados y doctorados.

“Tenemos un excelente nivel en universidades públicas y privadas. Las empresas que vienen del extranjero se encuentran con buenos profesionales, estudiantes de doctorados o grados que son parte fundamental por ejemplo en el avance del I+D”, dice en diálogo con IT Sitio.

“A mí me ha tocado trabajar algunos proyectos de IT, y el trabajo conjunto entre las compañías y las universidades es fundamental. Por ejemplo, vas postulando a fondos de dinero público en conjunto, porque requieres tener ciertas habilidades técnicas. Esa validación, termina siendo fundamental para ambas partes”, sostiene.

Y acá destaca desde la creación de Start-Up Chile, un momento en que la relación de ecosistema permitió instalar las bases de cómo hoy el mundo de la innovación, la tecnología, y la investigación caminan en conjunto no solo por ofrecer mejores experiencias, servicios y productos, sino que también como un espacio en donde los partners buscan y encuentran con quien poder aliarse para cumplir sus proyectos.

Hay interés

Pero de nada serviría tener universidades y centros de estudios técnicos y un Estado robusto con beneficios tributarios, si nadie los utiliza. Tampoco, apostar a Chile como un lugar para instarse si nadie requiere de estos servicios. Pero, por suerte, sí hay interés.

Eugenio Rodríguez lo refuerza. “Tenemos reuniones prácticamente todos los días con actuales y nuevos socios, tanto globales como locales y hay muchas empresas chilenas interesadas en trabajar con Red Hat. Esto demuestra que hay una necesidad importante en Chile de optimización de TI, automatización de procesos y modernización de apps. Por ello, muchos partners ven en Red Hat un socio importante para entregar una propuesta de valor que impacte en estos tres niveles”.

Y es acá en donde surge otro punto importante, el entorno. Lo plantea el propio Rodríguez. “Chile tiene un ecosistema de partners muy desarrollado, por lo que las oportunidades de crecimiento en el enriquecimiento de la oferta y la llegada a más clientes es muy relevante”.

En este punto el Estado, a través del ministerio de Economía y la Corporación de Fomento de la Producción, Corfo, instala incentivos, financiamientos y beneficios tributarios a quienes se constituyen en Chile, por ejemplo, para entregar un aporte en materia de I+D. De hecho, uno de los aspectos que hace de Chile un destino atractivo para los canales IT es el régimen tributario que rige para este sector.

Según lo indica la Corfo en su sitio web, el modelo chileno de apoyo a la Innovación y el Desarrollo, permite aplicar beneficios tributarios por los gastos internos de I+D y/o la contratación de cualquier entidad que ejecute el proyecto I+D.

En palabras sencillas: 15.000 UTM (poco más de 1 millón de dólares) de tope anual de crédito tributario (35% del gasto) por contribuyente. Además, el beneficio para empresas en situación de pérdida tributaria o que no disponen de impuesto suficiente contra el cual aplicar el crédito tributario, puedan aplicarlo en ejercicios siguientes.

También la posibilidad de complementar estos beneficios con otros apoyos de financiamiento público, permitiendo aplicar los beneficios sobre el aporte empresarial. Además, poder presentar proyectos de manera asociativa, aplicando cada empresa beneficios tributarios por el aporte realizado a la ejecución del proyecto. Y, por si fuera poco, el reconocimiento de gastos retroactivos en caso de presentar previamente una manifestación de intención de hacer uso Ley I+D.

Todos estos beneficios -algunos expresado en ahorros inmediatos, otros en devoluciones y el pago de menos impuestos- buscan incentivar la inversión y el desarrollo de las tecnologías de la información en Chile, así como mejorar la competitividad y la productividad de las empresas que se dedican a este rubro.

En su plataforma digital, la Corfo destaca que 8 de 10 compañías que han pedido este beneficio lo usan, en total 260 mil millones de pesos chilenos certificados, es decir casi 300 millones de dólares.

Pero no solo eso. Además de los beneficios tributarios, los canales IT en Chile pueden aprovechar las ventajas que ofrecen las zonas tipo polos tecnológicos que se han desarrollado en el país. Estas son concentraciones geográficas de empresas, universidades y organizaciones enfocadas en el desarrollo digital, que generan sinergias, colaboración, innovación y competitividad.

Y aunque indudablemente Santiago se ubica como el sitio ideal para instalarse en el país, alternativas como Valparaíso y Concepción ganan terreno, en primera instancia por los costos de instalación -más bajos que la capital del país- y porque en Chile existe una infraestructura de fibra óptica y 5G capaz de asegurar la conexión en buena parte de los centros urbanos.

Por si fuera poco, universidades como la de Concepción, la Universidad Católica de Valparaíso, la Técnica Federico Santa María, son clara muestra de que la academia, también tiene mucho que aportar desde regiones.

A mediano plazo

Los beneficios tributarios están pensados en compañías que apuesten por lo menos tres años en Chile. Es que el régimen de devolución funciona al año siguiente de su declaración, lo que supone que la inversión debe tener un buen piso económico.

Danilo Naranjo, plantea que, en este escenario, el Estado debería mejorar la forma de entregar aportes a las compañías, los que deben ser suficientes para que puedan cerrar los ciclos de investigación e innovación.

“Imagínate si partiéramos en enero con un proyecto de innovación y nos adjudicamos un proyecto importante para poderlo llevarlo a cabo, de alguna forma deberíamos esperar hasta 2025, 16 meses después para poder recién aprovechar los beneficios tributarios. Entonces, esa vuelta, no puede ser tan larga porque muchas compañías no llegan”, concluye Naranjo.