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“La meta de AMD es entregar 25 veces más eficiencia energética en sus APUs”

Bernardo Miretzky, gerente de tecnología de AMD para Sudamérica, señala las claves para entender las tendencias en cuanto a reducción del consumo energético de los microprocesadores, especialmente en un momento en el que el auge de los dispositivos “vestibles” exige que los chips estén activos todo el tiempo.

Se estima que los 3.000 millones de computadores personales existentes en todo el mundo consumen más del uno por ciento de toda la energía usada anualmente, mientras que 30 millones de servidores utilizan un adicional de 1,5 por ciento de toda la electricidad consumida. El costo anual de esta energía estaría entre US$ 14.000 millones y US$ 18.000 millones. El mayor uso de Internet, los dispositivos móviles y el creciente consumo de contenidos audiovisuales basados en la nube harían aumentar estas cifras en los próximos años.

El avance en dispositivos móviles y la moda de la tecnología ‘vestible’ llevó a los fabricantes de tecnología a pensar una nueva generación de productos que disminuyan el consumo energético sin perder eficiencia en el rendimiento de estos sistemas”, destacó Bernardo Miretzky, gerente de tecnología de AMD para la región hispanoparlante de Sudamérica.El mundo de los microprocesadores no es ajeno a esta tendencia. Este enfoque producirá beneficios significativos para los usuarios y para el planeta, reduciendo la huella de carbono, optimizando la utilización de recursos económicos y ambientales, mejorando sustancialmente la duración real de la batería y el rendimiento de los dispositivos móviles”.

En el caso de AMD, la meta es entregar 25 veces más eficiencia energética de sus unidades de procesamiento acelerado (APUs) para el año 2020”, continúa Miretzky. “Los planes de producir una mejora de 25 veces en la eficiencia energética para los dispositivos móviles en los próximos seis años, demuestran un ritmo que supera con creces las tasas históricas de crecimiento en los máximos topes de eficiencia energética. Esto se lograría a través de mejoras en el rendimiento y la rápida reducción en el uso típico de la energía de los procesadores. Además de los beneficios de un mayor rendimiento, las ganancias de eficiencia ayudan a prolongar la vida útil de la batería, permitiendo el desarrollo de dispositivos más pequeños y con menos materiales, y limitando el impacto medioambiental global que significa un mayor número de dispositivos de computación”.

La Ley Moore establece que el número de transistores por unidad de superficie de los circuitos integrados se duplica aproximadamente cada dos años. Una investigación de la Universidad de Stanford demuestra que la eficiencia energética de los procesadores ha seguido de cerca la tasa de mejora predicha por la Ley Moore. “A través de la gestión inteligente de la energía y los avances arquitectónicos de los procesadores, junto con las mejoras en el proceso de fabricación, se espera que los logros en eficiencia energética superen la tendencia histórica que predice la ley de Moore en, al menos, un 70 por ciento entre 2014 y 2020”, explica el gerente de AMD, quien señala tres pilares del diseño de los procesadores que son claves para superar las ganancias de eficiencia energética:

1. Cómputo heterogéneo y optimización de energía. Gracias a la estandarización de las tecnologías HSA, se podrá ahorrar energía mediante la eliminación de las conexiones entre los chips discretos, reduciendo los ciclos de cómputo al tratar como pares a la CPU, la GPU y a otros procesadores digitales, permitiendo que cada instrucción y sus datos sean ejecutados por el procesador más eficiente para cada tarea.

2. Manejo de energía inteligente y en tiempo real. La mayoría de las operaciones de cómputo se caracterizan por el tiempo de inactividad, el intervalo entre las pulsaciones de teclado, detección de sensores táctiles o el tiempo de revisión del contenido que se muestra en pantalla. Es por esto que ejecutar las tareas lo más rápido posible para acelerar el retorno al estado de reposo, y luego además minimizar la energía utilizada en el estado “suspendido” de los componentes, es de gran importancia para la gestión del consumo energético.

3. Innovaciones en eficiencia energética. En el futuro muchas capacidades diferenciadoras como el voltaje adaptable por pieza, islas de voltaje, una mayor integración de los componentes del sistema y otras técnicas que están en la etapa de desarrollo y pronto deberían rendir ganancias.

Aumentar 25 veces la eficiencia energética de sus unidades de procesamiento es una meta desafiante, que si AMD la cumple, le significará una posición de privilegio en el mercado de microprocesadores del año 2020.

Autor

  • Pamela Stupia

    Editora de ITSitio para toda la región. Comenzó su camino en medios gráficos y digitales hace más de 10 años. Escribió para diario La Nación y revista Be Glam del mismo grupo.

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Pamela Stupia

Editora de ITSitio para toda la región. Comenzó su camino en medios gráficos y digitales hace más de 10 años. Escribió para diario La Nación y revista Be Glam del mismo grupo.

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