En una carta enviada a Satya Nadella, el histórico ejecutivo explica qué lo llevó a dar este paso un poco antes de lo planeado. “Dadas mi confianza y una multitud de nuevos compromisos que estoy tomando, creo que sería impráctico para mí continuar sirviendo en la junta, y es mejor para mi si me voy. El otoño (boreal) será agitado, entre la enseñanza de una nueva clase y el inicio de la temporada de la NBA, así que mi salida de la junta directiva es efectiva inmediatamente”, escribió Ballmer.
Steve Ballmer, ex CEO de Microsoft, está en otra longitud de onda, saboreando su vida después de Microsoft. Si bien sigue teniendo un importante stock de acciones de la compañía, lo cierto es que ahora dedica su tiempo a multitud de compromisos. Teniendo en cuenta la proximidad del encuentro de accionistas de la compañía y otros factores, Ballmer presentó el 19 de agosto su renuncia a la junta directiva de la compañía, donde ocupaba un lugar desde su salida como director ejecutivo de la compañía en febrero.
“Dadas mi confianza y una multitud de nuevos compromisos que estoy tomando, creo que sería impráctico para mí continuar sirviendo en la junta, y es mejor para mi si me voy. El otoño (boreal) será agitado, entre la enseñanza de una nueva clase y el inicio de la temporada de la NBA —Ballmer es propietario de Los Ángeles Clippers—, así que mi salida de la junta directiva es efectiva inmediatamente”, escribió Ballmer en una carta al actual CEO, Satya Nadella.
Steve Ballmer trabajó en Microsoft desde 1980 y tras el retiro de Bill Gates, en el 2000, tomó las riendas de la firma y la condujo durante catorce años, hasta que en febrero se retiró de ese puesto para darle lugar a Nadella. En ese período contribuyó al crecimiento de la compañía, se consolidó como el principal accionista individual de la misma y amasó una fortuna que la revista Forbes estima en 22 mil millones de dólares (lo que lo coloca entre las 30 personas más ricas del planeta, según esa publicación especializada).
“Microsoft ha sido el trabajo de mi vida y estoy orgulloso y emocionado por lo que veo frente a la empresa y el equipo de liderazgo. Hay desafíos por delante, pero las posibilidades son aún mayores”, destacó en la carta de despedida, y agregó: “Yo sangro Microsoft. Lo he hecho durante 34 años y siempre lo haré. Quiero seguir discutiendo el futuro de la empresa. Me encantaría probar productos nuevos y enviar comentarios. Me encantará leer sobre lo que esté pasando en la empresa. Cuenten conmigo para que las ideas y aportes continúen fluyendo”.
Nadella respondió con otra carta (ambas están disponibles en el sitio de Microsoft) en la que agradecía a Ballmer el apoyo durante la transición y por los 34 años en la compañía, entendiendo y apoyando esta decisión. “A medida que te embarcas en tu nueva jornada, estoy seguro de que brindarás el mismo coraje, pasión e impacto en tus nuevos esfuerzos que le diste a Microsoft, y te deseamos un éxito increíble. También espero con interés poder colaborar contigo como accionista”.
