Cisco ya no invertirá más en su media tablet, dejando en claro que BYOD es una tendencia imparable. Buena parte de los proveedores tecnológicos brindan soluciones que ayudan a lidiar con este desafío, y la presencia de tablets de consumo en las empresas va en aumento. Algunos de esos proveedores tienen, sin embargo, sus tablets profesionales, preparadas para usos específicos. ¿Es posible la convivencia de ambas propuestas de valor?
El blog de Colaboración de Cisco llega con una noticia que no sorprende. “Cisco no seguirá invirtiendo en el formato de tablet Cisco Cius, y no se realizarán mejoras en las actuales terminales actuales, más allá de lo que hoy está disponible. Sin embargo, como consecuencia de una evaluación futura del mercado, seguiremos ofreciendo Cius de manera limitada a clientes con necesidades o casos de uso específicos”, dijo O.J. Finge, vicepresidente senior del Grupo de Tecnologías de TelePresencia en un post.
La media tablet de Cisco, basada como otras del mercado en el sistema operativo Android, intentó posicionarse en un nicho que hoy, al calor de tendencias como BYOD, parece desdibujarse: el de las tablets empresariales/profesionales para usos específicos. Sin embargo ese nicho existe, y demanda productos. Empresas como Avaya (recomiendo este post sobre la actualidad de su tablet), Motorola Solutions, e incluso RIM/Blackberry, por citar algunas, desarrolaron tablets cuyo precio estaba por encima de las opciones de consumo más populares, y en las que la propuesta de valor sólo puede ser entendida cabalmente en el marco de una solución integrada.
¿Por qué falló Cius en el mercado empresarial? El post de The VARs Guy acerca una posible respuesta: “A diferencia del Apple iPad, Cisco Cius fue diseñada exclusivamente para clientes empresariales, promoviendo videoconferencia, aplicaciones empresariales y experiencias colaborativas. Pero Cisco Cius no puede competir con la tendencia Bring Your Own Device (BYOD), donde los usuarios finales compran y usan sus propios dispositivos en las redes corporativas y en situaciones de negocios”. Por definición, ninguna tablet profesional podría competir en el territorio de BYOD (salvo acaso la Playbook de RIM, que está a caballo entre ambas categorías: consumo y empresarial).
La decisión de Cisco se inscribe en un panorama poco alentador para los dispositivos empresariales y profesionales que no logren diferenciar su propuesta de valor de los de consumo. Por un lado, empresas como Polycom, Avaya, e incluso Cisco, han desarrollado aplicaciones y conectores que permiten el uso de tablets de consumo dentro del ámbito empresarial para tareas de colaboración, productividad y comunicaciones visuales, entre otras. También se han desarrollado sistemas de seguridad y de gestión que permiten lidiar de manera consistente con el desafío de BYOD, de manera que operar desde un dispositivo de consumo propiedad del empleado no implique un riesgo para la compañía. Por otra parte, según el relevamiento de IBSG Horizons auspiciado por el mismo Cisco, el 95% de las organizaciones permite el uso de dispositivos de los empleados en el lugar de trabajo.
¿Será que los clientes empresariales no terminan de entender que una tablet puede ser algo más que un dispositivo standalone? El discurso general de la industria no ayuda demasiado. Por un lado los proveedores de TI le dan la bienvenida al BYOD, y por el otro se generan soluciones empresariales específicas que buscan establecerse en (casi) ese mismo espacio del mercado. Probablemente, la resolución de esta aparente contradicción esté en ese “casi”. En las sutilezas reside la verdad.
Es probable que Cisco haya percibido esta aparente contradicción y haya decidido cortar por lo sano. Sin embargo, como se dijo, el nicho existe y demanda productos específicos. ¿Será cuestión de comunicar mejor, ya no un producto, sino una categoría diferenciada? La desinversión que Cisco hace en su Cius deja algunas preguntas abiertas, cuyas respuestas tienen ramificaciones e implicancias, si no profundas, al menos, sí, provocadoras.
